Cuando una mujer queda embarazada tiene la obligación de cambiar los hábitos. Esto se debe principalmente a que la ropa puede no quedarle bien a causa del estiramiento de la panza, y esto produciría un malestar, ya que se estaría completamente incomoda. Estar a la moda muchas veces implica un sacrificio muy grande, y sobre todo en este caso, debido a que se tendría que hacer un gasto económico muy grande para una indumentaria que sólo podrá ser utilizada unos meses hasta que termine el proceso de gestación del bebé.
Por suerte para todas las mujeres, la cantidad de vestidos de moda, y los estilos que se pueden encontrar son muy diversos. Esto facilitaría la tarea del largo compromiso de la elección de las prendas. Sin dudas, el embarazo es una de las etapas más difíciles por las cuales atraviesa una mujer. El final es el mejor y el que más regocijo causa, debido a que se da a luz al hijo que siempre se quiso tener, junto al hombre de su vida. Pero hay otros elementos que no causan la sensación de alegría, y la vestimenta es uno de ellos.
El primer principio que deben cumplir todas las vestimentas es el de la comodidad. Eso es lo más importante, ya que es muy necesario contar con ropa que nos haga sentir bien a nosotras mismas.
Por último, hay que mencionar que hay varias modalidades que se pueden utilizar. Una de ellas es la americana clásica, la floral, que son las más importantes. Además, también se pueden llevar adelante otras cuestiones como el uso de las lentejuelas que es una pieza fundamental, que se puede hacer más rudo con un estampado camuflado.